La agenda vacía.
El mundo me vuelve a invitar a parar.
Parar de correr, de tener que, deber que.
Parar de crear y mostrar.
Para.
Para que vuele el silencio entre las risas
y los rayos de sol me acunen cada día.
Para limpiar las heridas
y volver a las vías
del amor desnudo.
Des nudo.
Desanudo mi lengua afilada
que con palabras de zarza
me abraza la piel y el alma.
Desnudo mis días,
mis ojos ciegos de mentiras,
mis bragas llenas de prisas.
Y le vacío se llena de miedo
rellenando mis huecos
mis caricias, mis besos a nadie
Miedo, compañero de batallas infinitas contra el mundo
¡Qué digo el mundo!
compañero de batallas infinitas contra mí,
que levanta muros invisibles
que me encierran en un mar
de sueños incumplidos.
¿para qué?
¿para, qué?
¿para?
Silencio.
Vacío.
PARA.
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